El estampado de pata de gallo nos transporta a los años setenta y ochenta. Es un print que recorre esas prendas olvidadas que creías no ibas a volver a rescatarlas jamás, y sin embargo, aquí están.
La pata de gallo es el dibujo bicolor de ciertas telas caracterizado por la repetición de pequeñas figuras abstractas de cuatro puntas que parecen cuadros distorsionados. Los colores tradicionales son el negro y el blanco, aunque en la actualidad otros colores los pueden sustituir.
Este estampado es originario de Escocia y es uno de los más elegantes.
La clasica y afrancesada combinación en blanco y negro regresa reinterpretada a base de total looks, dibujos xxl o abstracciones que estiran y contraen un motivo que parecía intocable.
La clave consiste en jugar con las texturas -incorpora elementos de charol que contrarrestan el print y la lana- y el color.
La pata de gallo se caracteriza por su doble tonalidad, muy habitual en prendas exteriores, chaquetas y faldas. Este estampado hace acto de presencia en la década de los 60, concretamente en una fotografía de John French en la que puede verse a Grace Coddington con un abrigo de Nina Ricci.
A lo largo de este año, firmas como Balmain, Yves Saint Laurent, Balenciaga, Salvatore Ferragamo y Ralph Lauren son algunas de las firmas que también se suman a esta tendencia.
El Street Style se sigue ciñendo al clásico tándem blanco/negro como podréis ver a continuación.
Aquí abajo os dejo una galería de fotos de prendas lowcost con este estampado. Espero que os guste y os animéis a llevarlo.